Universidad Autónoma de Querétaro
Profesor-investigador de Tiempo Completo de la UAQ. Profesor de matemáticas en la Facultad y de Didáctica de las Matemáticas. Investigador en el área de la Didáctica de las Matemáticas, principalmente en el aprendizaje de los procesos de argumentación y de demostración, la formación de profesores de Matemáticas y la enseñanza del Cálculo para ingenieros, desde una perspectiva ontosemiótica de las Matemáticas. Miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores del Conahcyt. Editor de la revista PädiUAQ y colaborador en los equipos editoriales de la Revista de Investigación en Matemática y su Enseñanza (RIME) de Chile y de la revista Vidya de Brasil. Ha creado, coordinado o colaborado en proyectos de formación de profesores e investigadores como la Maestría en Didáctica de las Matemáticas, el Doctorado en Tecnología Educativa, la Especialidad en Docencia de las Matemáticas y varios diplomados para profesores de Matemáticas. Autor de algunos libros, varios artículos, unas ponencias y diversas conferencias en eventos.
Algunas civilizaciones de hace miles de años tuvieron desarrollos tecnológicos que llaman la atención, pero no pudieron desarrollar temas matemáticos de Secundaria; algunos personajes conocidos de hace un par de siglos no estudiaron algunas Matemáticas de bachillerato; ¿eso quiere decir que esas personas no eran tan inteligentes como las de ahora? Con reflexiones provocadoras se pretende abordar la razón por la que los desarrollos matemáticos se llevaron a cabo en ciertos momentos específicos de la historia de la humanidad. Es posible darse cuenta de que estos desarrollos se logran cuando se estudian situaciones desde ciertos puntos de vista utilizando herramientas (en el sentido amplio de la palabra) disponibles o desarrollándolas, siguiendo métodos que llamamos “científicos”. Así, por un lado, tanto en Matemáticas como en la Matemática Educativa las prácticas (matemáticas o educativas) pueden llevar a desarrollos teóricos que, a su vez, se convierten en herramientas; y, por otro lado, tales prácticas dependen de los recursos (teóricos, tecnológicos, lingüísticos, etc.) disponibles.